Iniciaremos sus trágicas crónicas con la mención de su patrón, Íker Jiménez. Este subhumano ejemplar denuncia el maltrato animal... y se dedica a disfrutar en una corrida de toros.
http://www.youtube.com/watch?v=grKNP5eK5fo
Al parecer, para él - y para su subhumana consorte, Carmen Porter - el toro no merece ningún respeto: ni como animal ni como ser vivo.
Íker Jiménez ha quedado así retratado: abanderando el detritus subhumano, constituído por entes vivos poco evolucionados, que se refocilan en la depredación y se regodean en el sufrimiento ajeno.